sábado, 5 de marzo de 2011

SEVILLA



No hay duda que mi Sevilla
por su aroma y su belleza,
de la tierra y su grandeza
es la octava maravilla.
Es como un jardín florido
con perfume de azahares
y sonido de cantares
que embrujan a los sentidos.
¡Bendito sea aquel día
en que en Sevilla nací,
rodeado de sus flores!
¡Bendita sea la alegría
que en mi pecho yo sentí,
Sevilla de mis amores!
  (Antonio Pardal)

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